jueves, 8 de noviembre de 2012

Despertar a la vida.

"El más difícil no es el primer beso, sino el último".

Estas palabras de Paul Geraldy, cobraron sentido en mi vida, al tener que despedirme de mi prima más cercana...

Que triste fue ese beso en la frente, ese último beso sobre su rostro impasible. Que difícil saber que no habrá una nueva oportunidad para hacerlo, que no escucharé de nuevo su risa, que no volverémos a conversar jamás.

Fue entonces, cuando de alguna manera desperté a la vida. ¿Hasta entonces?¿luego de 34 años? No, en realidad fue a los 36. Ahora, es cuando comienzo a vivir, ahora cuando más la extraño y me doy cuenta de lo que no hicimos juntas, lo que nunca le dije. Si ahora es cuando me doy cuenta de lo mucho que nos faltó, pero que sin embargo aún puedo hacer; me doy cuenta de que las cosas que te hacen vivir y disfrutar probablemente son las más pequeñas, las que no cuestan, por ejemplo: un beso...

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